La osteopatía es un MÉTODO que considera al ser humano en su totalidad: cuerpo, mente y espíritu. Cualquier inestabilidad de uno de estos aspectos puede afectar a los otros y generar un desequilibrio, y con ello la pérdida de la salud.
Se considera que el cuerpo dispone de las fuerzas suficientes que le ayuden a su auto-regulación y a su auto-curación. Cuando se superan ciertos límites (específicos de cada individuo), es cuando se produce la enfermedad.
La base del diagnóstico y el tratamiento de la osteopatía consisten en descubrir la alteración existente entre la anatomía del individuo y su función, a través de procedimientos manuales, sin dejar de prestar atención a otros factores como la alimentación, la psique, y los factores sociales y vitales que también pueden afectar al individuo.
El tratamiento osteopático actúa sobre el sistema muscular, fascial, visceral y el articular, integrando tanto al sistema nervioso y endocrino, y prestando especial atención al sistema circulatorio. Sabiendo reconocer las relaciones entre los diferentes sistemas podremos ayudar al organismo a tener de nuevo una función normal.